Si tienes la aspiración de triunfar en la vida y ser una persona exitosa, entonces deberás ser egoísta, pero ¿a qué se refiere esa expresión? Se refiere que las metas más ambiciosas exigen disciplina, enfoque, voluntad y en la mayoría de los casos años de persistencia, en ese proceso, obligatoriamente deberás sacrificar cosas, por ejemplo: diversión, otras actividades u objetivos, incluso la familia.
El precio del éxito no es fácil de pagar, por esa razón la mayoría de las personas eligen lo convencional, es decir, un trabajo e ingresos promedios porque esto significa tener una vida más equilibrada, al menos para algunas personas, el problema es que no lograrás dar un salto importante en tus resultados.
Medita un poco sobre el estilo de vida que deseas, si realmente quieres triunfar, entonces define un PLAN DE METAS serio y entrega el corazón a esas ideas, solo así podrás romper la zona de confort y crear el impulso necesario para triunfar.
Lo bueno del éxito es que el sacrificio no será para siempre, una vez que tu impulso sea lo suficientemente poderoso, entonces comenzarás a fluir con facilidad y así los resultados van a mejorar sin la necesidad de tanto esfuerzo.
